
Cortinas de cristal, esa protección invisible
Están pero no las ves. Las cortinas de cristal se convierten en ese ángel de la guarda invisible que, sin notar su presencia, te protege de las temperaturas extremas, del viento y la lluvia, al tiempo que integra el paisaje total, sin marcos ni intermediarios, en tu zona de confort. Los acristalamientos para terrazas Lumon, que instala Jacema, nos descubren la sensación de bienestar de un espacio poco aprovechado dentro de la propia casa. Un breve repaso a sus ventajas nos descubre nuevas posibilidades para esas estancias exteriores.
Ventilación a medida
Las terrazas pueden ser espacios placenteros para disfrutar en familia, con amigos o en soledad, pero no siempre amanece con el clima idóneo para hacer vida de exterior. Es precisamente cuando sea preciso.
En las horas de máxima incidencia de sol, se puede abrir parte de los paneles de cristal para dejar pasar la brisa. Las combinaciones de apertura son infinitas, hasta el despliegue total, sin modificar ni la vosta ni el aspecto de la terraza. Los cristales Lumon están diseñados para resistir fuertes tempestades y elevadas temperaturas.
¿Ha imaginado una tarde de lluvia contemplando el cielo, a salvo desde su terraza? En los días de viento, lluvia o frío, el cerramiento acristalado nos permite disfrutar del paisaje a resguardo, con lo que también se convierte en una protección para la durabilidad del mobiliario de terraza.
Una barrera extra de seguridad
La mayor parte de los robos en viviendas se producen a través de ventanas y terrazas. Una barrera extra de seguridad constituye un nuevo blindaje disuasorio para los asaltantes, sobre todo si los vidrios están templados en la propia fábrica de Lumon para asegurar la calidad y los materiales cuentan con acabados inoxidables y de elevada resistencia.
Limpieza impecable de la manera más fácil
La cortina de cristal se puede abrir al completo hacia un lado, de modo que la limpieza de los paneles se hace fácil y segura. El resultado, impecable. Los perfiles además resultan muy cómodos, ya que el funcionamiento es muy sencillo.
El mantenimiento de los cristales resulta de este modo muy fácil, ya que el manejo asequible permite dar un repaso con rapidez a los paneles tras un día de lluvia.
Menos ruidos y más ahorro
El acristalamiento de la terraza no solo te libra de las inclemencias del tiempo, sino también del ruido ambiental, que a veces se convierte en la contaminación más molesta si la vivienda está en una ciudad.
La barrera de cristal protege la climatización interior tanto en invierno como en verano, ya que no deja escapar ni las caloría de la calefacción ni el aire acondicionado.
Cortinas de mil posiciones
El complemento ideal del acristalamiento de terrazas son, sin duda, las cortinas Lumon, diseñadas especialmente para cada una de las hojas a medida. Admiten miles de posiciones según las necesidades de luz en cada momento del día, y además te protegen de las miradas. En la posición recogida hacia arriba apenas se notan y en la posición desplegada hacia abajo sirven para garantizar la intimidad desde el exterior, una función muy útil cuando se trata de terrazas bajas y porches.
Las cortinas a medida están realizadas con material resistente y lavable, cien por cien poliéster y antiestáticos.
Naturaleza integrada
Un porche acristalado en un entorno ajardinado puede convertirse en un espacio mágico. Una estancia decorada para disfrutar del descanso y la compañía, pero rodeada de unas vistas sin obstáculos. La ligereza del cristal se integra a la perfección en cualquier decoración sin causar impacto. ¿Qué tal instalar el comedor familiar en ese espacio inundado de luz natural? ¿Y un rincón de lectura con vistas al horizonte?